No tiene sentido que digas que no te importa lo él que haga
contigo, porque antes de las cuatro de la madrugada vas a terminar confesando
de que no aguantas vivir sin él y no tiene gracia pedirte que seas racional,
dado que estás en una etapa en la que solamente quieres pasar tu vida con él y ni siquiera te puedes imaginar un futuro a
solas.
Por eso mismo yo te
invito a recordar tus primeros romances, aquellos con los que tenías la
certeza absoluta de que eran el amor de tu vida. A pesar de estar lejos de esas
relaciones antiguas, aún continúas diciendo que “¡él es el hombre de tu vida!”
Amiga, él hasta puede ser, pero según las estadísticas
también puede no serlo. Quisiera que te dieras cuenta de que no necesitas de un hombre para validar tu
existencia, pues con o sin él, tú vas a tener la misma sonrisa e incluso
vas a reír de los chistes más ridículos que pudieran existir.
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En los primeros meses, puede ser que tu sonrisa esté de
huelga sin la compañía de él, pero la sonrisa va a volver con aquellas músicas
que te hacen bien, con aquellas películas en las que habías dejado de lado tu
sentido del humor y vas a entender que tu
propia compañía es la que vale oro. Ahí te darás cuenta de que tú eras
capaz de divertirte sola en todos los sentidos. ¡Libre y suelta!
Sé que tú eres inteligente y que puedes entender muchos asuntos
por tu cuenta. Además, tienes un potencial enorme para gustar de ti misma, pero
otra persona terminó condicionando tu existencia y capacidades, por lo que te
es difícil darse cuenta de ello. Sin embargo, ¿crees que eso vale la pena? Si
fuiste tú quien me dijo un día que estabas cansada de no poder ser tú misma por
causa de su familia y sus amigos.
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